TY - JOUR
T1 - Ironías de la Historia española
T2 - Observaciones sobre la política pos-franquista de olvido y memoria
AU - Brunner, José
PY - 2009
Y1 - 2009
N2 - La política de la memoria en España posterior a la dictadura está marcada por una serie de desplazamientos, desvíos e ironías. Las elites políticas del posfranquismo usaron el legado de la dictadura para consolidar una política del silencio al servicio de la estabilidad post-dictatorial; en consecuencia, el nuevo régimen democrático se sustentó en un hábito político establecido bajo el autoritarismo. El foco del «pacto del olvido» en la Guerra Civil sirvió de pantalla para ocultar otros temas, potencialmente más revulsivos, que debían ser olvidados. Al estabilizar la democracia mediante el silencio, la democracia posfranquista generó un espacio de sociedad civil que permitió la irrupción de los recuerdos en el dominio público. La rememoración se infiltró en la política a través de rituales funerarios que se volvieron una expresiva práctica política; así fue cómo los muertos rompieron el silencio de la política española. Esos rituales funerarios no sólo galvanizaron la transformación de la política española de la memoria desde el olvido hacia la rememoración, sino también impulsaron su difusión más allá de los límites de la política nacional, hacia la política local, regional y transnacional. En 2007 el Estado respondió a este desafío promulgando una ley que programa el reconocimiento y ampliación de los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Esa ley es parte de una táctica de retirada, con la que el Estado reconoce que la política del olvido ya no es legítima, al tiempo que procura frenar las demandas de justicia. Pero más que imponer una renovada clausura sobre los crímenes del pasado, la ley provocará nuevos reclamos de indemnización y castigo, y formas adicionales de rememoración.
AB - La política de la memoria en España posterior a la dictadura está marcada por una serie de desplazamientos, desvíos e ironías. Las elites políticas del posfranquismo usaron el legado de la dictadura para consolidar una política del silencio al servicio de la estabilidad post-dictatorial; en consecuencia, el nuevo régimen democrático se sustentó en un hábito político establecido bajo el autoritarismo. El foco del «pacto del olvido» en la Guerra Civil sirvió de pantalla para ocultar otros temas, potencialmente más revulsivos, que debían ser olvidados. Al estabilizar la democracia mediante el silencio, la democracia posfranquista generó un espacio de sociedad civil que permitió la irrupción de los recuerdos en el dominio público. La rememoración se infiltró en la política a través de rituales funerarios que se volvieron una expresiva práctica política; así fue cómo los muertos rompieron el silencio de la política española. Esos rituales funerarios no sólo galvanizaron la transformación de la política española de la memoria desde el olvido hacia la rememoración, sino también impulsaron su difusión más allá de los límites de la política nacional, hacia la política local, regional y transnacional. En 2007 el Estado respondió a este desafío promulgando una ley que programa el reconocimiento y ampliación de los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Esa ley es parte de una táctica de retirada, con la que el Estado reconoce que la política del olvido ya no es legítima, al tiempo que procura frenar las demandas de justicia. Pero más que imponer una renovada clausura sobre los crímenes del pasado, la ley provocará nuevos reclamos de indemnización y castigo, y formas adicionales de rememoración.
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SN - 0212-4416
VL - 38
SP - 163
EP - 183
JO - Revista de historia contemporánea
JF - Revista de historia contemporánea
ER -